
Sueño y tecnología: ¿Cómo el uso de pantallas afecta nuestro descanso?
22 enero, 2025El estrés y el insomnio suelen ir de la mano. Cuando nuestra mente está llena de preocupaciones, nos cuesta desconectar y conciliar el sueño. A su vez, dormir mal aumenta los niveles de estrés al día siguiente, creando un círculo vicioso difícil de romper. Con el tiempo, esta falta de descanso puede afectar no solo nuestro bienestar mental, sino también nuestra salud física, reduciendo la capacidad de concentración, afectando nuestro estado de ánimo y debilitando el sistema inmunológico.
¿Cómo afecta el estrés al sueño?
Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo libera cortisol, la hormona del estrés, que nos mantiene en estado de alerta. Aunque esta respuesta es útil en situaciones de emergencia, cuando el estrés se prolonga, el exceso de cortisol altera nuestro ritmo circadiano, retrasando la producción de melatonina (la hormona del sueño) y dificultando el descanso profundo y reparador.
Además, el estrés puede hacer que nuestra mente se llene de pensamientos acelerados antes de dormir, generando un estado de hiperactividad mental que impide la relajación. Este estado de alerta provoca despertares nocturnos frecuentes y reduce el tiempo de sueño profundo, afectando la recuperación del organismo.
Señales de que el estrés está afectando tu descanso
Si el estrés está interfiriendo con tu descanso, es posible que experimentes alguno de estos síntomas:
- Te cuesta conciliar el sueño aunque estés cansado.
- Te despiertas varias veces durante la noche sin razón aparente.
- Tu sueño es ligero y poco reparador.
- Te levantas sintiéndote agotado y sin energía.
- Sientes ansiedad o nerviosismo al acostarte, pensando en los pendientes del día siguiente.
Consejos para reducir el estrés y mejorar el sueño
Si el estrés te está robando el sueño, aquí tienes algunas estrategias que pueden ayudarte a mejorar tu descanso:
✔ Crea una rutina relajante antes de dormir: Evita pantallas al menos una hora antes de acostarte, ya que la luz azul de los dispositivos electrónicos puede inhibir la producción de melatonina. En su lugar, prueba a leer un libro, escuchar música relajante o practicar respiraciones profundas.
✔ Haz ejercicio durante el día: La actividad física es una de las mejores formas de reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño. Sin embargo, evita entrenamientos intensos justo antes de dormir, ya que pueden aumentar tu nivel de alerta.
✔ Evita la cafeína y el alcohol por la noche: Estas sustancias pueden alterar el ciclo del sueño, dificultando la conciliación del mismo y reduciendo su profundidad. Opta por infusiones relajantes como la manzanilla o la valeriana.
✔ Practica mindfulness o meditación: Técnicas como la meditación guiada, la respiración profunda o el yoga pueden ayudar a calmar la mente y preparar el cuerpo para el descanso. Dedica unos minutos cada noche a relajarte antes de acostarte.
✔ Organiza tu día y anota tus preocupaciones: Si el estrés está relacionado con la carga de trabajo o preocupaciones diarias, intenta planificar tu día con una lista de tareas realista y anotar lo que te preocupa antes de dormir. Esto te ayudará a liberar la mente y evitar que los pensamientos intrusivos interrumpan tu descanso.
Si sientes que el estrés está afectando tu calidad de sueño, es importante tomar medidas para mejorar tu descanso. No dormir bien de forma prolongada puede traer consecuencias en tu salud y bienestar. En nuestra consulta, podemos ayudarte a recuperar un sueño reparador y equilibrar tu bienestar.
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