¿Por qué tenemos más sueño en otoño?
21 septiembre, 2024La relación entre el insomnio, el estrés y las preocupaciones es profunda. Pueden hacer que la mente permanezca activa y alerta durante la noche, desencadenando episodios de insomnio y afectando nuestra capacidad para descansar adecuadamente. Además, situaciones estresantes como pérdidas personales, separaciones o dificultades laborales también pueden ser desencadenantes de noches sin sueño.
Estrés y preocupaciones: ¿Qué los diferencia?
Aunque suelen ir de la mano, el estrés y la preocupación no son lo mismo. La preocupación es una respuesta emocional y mental, mientras que el estrés afecta tanto al cuerpo como a la mente. El estrés provoca la liberación de ciertas hormonas que pueden llevar a emociones como ansiedad, tristeza o irritabilidad y, a nivel físico, a síntomas como tensión muscular, aumento de la presión arterial y problemas digestivos. Identificar y diferenciar estos factores puede ayudarte a manejarlos mejor y a reducir su impacto en tu descanso.
El impacto del estrés en el sueño
El estrés puede desencadenar en el cuerpo una serie de reacciones que contribuyen al insomnio. Entre ellas, destacan:
- Preocupación y ansiedad
- Dolores de espalda y mandíbula
- Problemas digestivos (acidez, flatulencias, diarrea o estreñimiento)
- Aumento de la presión sanguínea y ritmo cardíaco
- Migrañas, palpitaciones y apnea del sueño
Dormir bien no solo permite descansar al cuerpo, sino también a la mente. Cuando logramos un sueño reparador, nuestra salud psicológica mejora significativamente. Por el contrario, cuando el sueño es insuficiente, el hipocampo —la región del cerebro que controla el aprendizaje y la memoria— se ve afectado, y nuestro rendimiento diario disminuye.
3 Costumbres poco recomendables para el sueño
Para favorecer un descanso profundo y reparador, es importante evitar algunas prácticas que pueden interferir con el sueño.
- Llevar el trabajo al dormitorio
Trabajar en la cama o en la habitación puede parecer práctico, pero trae estrés y las preocupaciones al espacio destinado al descanso, afectando la capacidad para relajarse. - Ver la TV o usar dispositivos electrónicos antes de dormir
La luz y el contenido de las pantallas pueden mantener la mente activa y dificultar la relajación. Especialmente contenidos noticiosos o de redes sociales, que tienden a generar ansiedad o hiperactividad. - Uso de redes sociales a altas horas
La naturaleza siempre activa de las redes sociales y el brillo de las pantallas interfieren con los ritmos circadianos y el reloj biológico, estimulando al cerebro en momentos en que debería estar en reposo.
Recuerda que mejorar la calidad de tu descanso es una inversión en tu salud física y mental. Al entender cómo funcionan los procesos del insomnio y sus causas, puedes tomar decisiones informadas para reducir su impacto. Haz del descanso una prioridad, desconecta y permite que tu cuerpo y mente disfruten de un sueño reparador.